Esta Capilla de San Cristóbal se construyó para honrar al patrón de los transportistas donde una vez al año, todos los 10 de julio, se reúnen allí para conmemorar y celebrar ese día por todo lo alto.
San Cristóbal, patrón antaño de los arrieros, luego de los camioneros y hoy de todos los conductores en general, se ha convertido en la imagen común de muchos coches y camiones, escenificando la conciencia de responsabilidad de todos los conductores. Es como una especie de “ángel de la guarda” que aconseja prudencia a todos los que se ponen delante de un volante.
Durante esta festividad se llevan a cabo varios actos para conmemorar el día entre los camioneros y transportistas del municipio minero. Los transportistas de la comarca recorren las calles del municipio con sus camiones engalanados para honrar a su patrón y como manda la tradición, todos acuden a la capilla para una misa en la que se bendicen los vehículos y que finaliza con un pasacalles, con caramelos para todos, por las calles de la localidad hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento, donde finalmente se procese a la entrega de los premios a aquellos camiones o vehículos mejor decorados y una merienda para todos los asistentes.